Las Moratorias Covid fueron una medida adoptada por el gobierno a principios de la pandemia para ayudar a las empresas y autónomos a hacer frente a los efectos económicos del Covid-19. Estas moratorias consistían en la suspensión temporal de pagos de deudas con entidades financieras y la posibilidad de aplazar el pago de ciertos impuestos.
Sin embargo, estas moratorias finalizaron en septiembre de 2022 y ahora las empresas y autónomos que se encuentran en situación de insolvencia deben presentar un concurso de acreedores para intentar resolver su situación financiera. Esto ha supuesto un aumento en los procesos concursales, ya que muchas empresas y autónomos se han visto en la necesidad de recurrir a este procedimiento para evitar la quiebra.
Procedimiento especial para micropymes
La entrada en vigor del procedimiento especial para micropymes podría ayudar a resolver el problema de las moratorias covid, ya que permite a las empresas en situación de insolvencia resolver su deuda de forma rápida y sencilla sin tener que acudir al concurso de acreedores. Este procedimiento está destinado a empresas con una facturación anual inferior a 2 millones de euros y una deuda inferior a 6 millones de euros, y ofrece la posibilidad de renegociar sus deudas con sus acreedores y obtener una quita parcial de las mismas.
Además, el procedimiento especial para micropymes ofrece a los empresarios la posibilidad de acogerse a una suspensión de pagos, lo que les permite evitar el pago de intereses y la congelación de los activos para garantizar el cumplimiento de los acuerdos. Esto les da cierto alivio financiero para poder reestructurar su deuda y volver a la normalidad. El procedimiento también incluye una serie de asesoramiento para apoyar a los empresarios, así como incentivar a los pequeños empresarios a tomar conciencia económica y prevenir situaciones de quiebra empresarial y les da la posibilidad de solicitar la exoneración total de la deuda.
Concurso de acreedores
No obstante, no todas las empresas pueden acogerse a este procedimiento y muchas se ven obligadas a acudir al concurso de acreedores para intentar salvar su empresa. Pero con el asesoramiento adecuado, las empresas en situación de insolvencia pueden encontrar soluciones a sus problemas financieros para evitar la quiebra y salvar sus negocios.
Para garantizar la seguridad de sus activos, las empresas y autónomos en situación de insolvencia pueden solicitar al juzgado la declaración de un concurso de acreedores. Esta declaración les permitirá proteger su patrimonio y evitar que sus acreedores les reclamen los créditos pendientes, proporcionándoles un espacio de negociación para llegar a un acuerdo sobre la forma en la que pagan las deudas, normalmente mediante el pago de una cantidad reducida de la totalidad de la deuda.
Una vez que el acuerdo de pago de la deuda pendiente ha sido alcanzado, el empresario deberá proceder al pago acordado. En cambio, si no se logra acuerdo el juez nombrará a un administrador concursal que se encargará de la gestión de los bienes de la empresa insolvente. El administrador concursal tiene como objetivo desarrollar un plan de liquidación para la empresa en el plazo más corto posible, para que no se vea afectada por la situación de insolvencia y pueda volver a operar de forma rentable, si tuviera medios para hacerlo, de lo contrario supondría la insolvencia de la empresa y el cierre legal de la misma.
Otras opciones tras las moratorias covid
A pesar de ello, el concurso de acreedores no siempre es una solución adecuada para todas las empresas y autónomos, por ello, hay que tener en cuenta otros procedimientos alternativos que permitan a las empresas y autónomos salir de la situación de insolvencia según cual sea la mejor solución para su situación.
Los acuerdos de refinanciación, por ejemplo, son una solución viable para aquellas empresas y autónomos que tengan problemas de solvencia pero sean capaces de demostrar su capacidad para pagar sus deudas. Estos acuerdos permiten a las empresas reorganizar sus deudas para poder pagarlas a un ritmo más asequible.
Otra opción es la renegociación de deudas, que permite a las empresas y autónomos establecer un nuevo acuerdo con sus acreedores para modificar el plan de pagos y así poder reducir el importe de sus deudas. Esta es una buena opción para aquellos que tengan problemas de liquidez pero sean capaces de demostrar que a largo plazo son capaces de pagar sus deudas.
Conclusión
En definitiva, hay numerosas soluciones disponibles para los empresarios y autónomos que se encuentren en situación de insolvencia. Lo importante es que estos sepan reconocer cuando se encuentran en esta situación y estén dispuestos a tomar decisiones para solventarla, pues en el peor de los casos aunque la empresa muera las nuevas ideas permanecen en las personas para poder volver a emprender de nuevo. Si necesitas más información puedes contactar con nosotros y estudiaremos tu caso.